Cámara Minera de Jujuy

Viaje al Salar de Olaroz: cómo se desarrolla el proyecto millonario de producción de litio de la australiana Allkem en Jujuy

El proyecto que posee la minera australiana en Jujuy es una de las dos iniciativas que actualmente produce litio en el país. El objetivo que persigue la compañía es triplicar la producción para el segundo semestre de este año. 

La compañía australiana Allkem, accionista mayoritario de Sales de Jujuy, tiene a su cargo uno de los dos proyectos de litio que se encuentran en producción en el país. El desarrollo está ubicado en la provincia del norte argentino, en el Salar de Olaroz y actualmente produce cerca de 15.000 toneladas de carbonato de litio anuales.

La apuesta de Sales de Jujuy —que es propiedad de Allkem (66,5%), Toyota Tsusho (25%) y la estatal JEMSA (8,5%)— es triplicar la producción con la ampliación de la planta que ya están funcionamiento, inaugurando la fase Olaroz II en junio. La iniciativa permitirá sumar 25.000 toneladas más a partir del segundo semestre de este año, , lo que triplicaría la producción actual.

El plan de inversiones de la minera en el país asciende a US$ 1.500 millones. Incluye los proyectos de Olaroz I y II con US$ 300 millones y US$ 425 millones respectivamente. También otras dos iniciativas previstas para Catamarca, Sal de Vida I y II, con desembolsos previstos por US$ 271 millones y US$ 523 millones a cada uno de ellos. El objetivo es que la inauguración se concrete en 2024. Este proyecto que está en construcción es 100% de Allkem.

Durante la visita se pudo observar los piletones en donde se deja reposar a la salmuera -extraída de pozos que se realizan en el terreno- por un periodo de 12 meses, la cual luego es sometida a un proceso físico-químico en la planta para obtener el producto final: carbonato de litio.

El jueves de esta semana la compañía anunció un aumento del 34% en sus ingresos durante el tercer trimestre. La mejora obedeció, en gran medida, a la creciente producción que viene registrando a lo largo de los últimos años en su proyecto en Jujuy y también al alza en los precios del litio. Para aprovechar el actual ciclo de alta, Allkem apunta a alcazar una rápida puesta en marcha de la segunda etapa -Olaroz II- con el objetivo de continuar con por esa senda de crecimiento. En 2022 obtuvo un precio medio de US$ 53.175 dólares por tonelada de carbonato de litio, lo cual significó un ingreso de US$ 159 millones de dólares.

El proyecto

El proyecto de litio en la puna jujeña se encuentra en producción comercial desde 2016. Está ubicado a 3.900 metros sobre el nivel del mar y tiene una vida útil prevista por más de 40 años. Y en la actualidad, se está evaluando si se puede expandir ese plazo.

El carbonato de litio que se produce en Jujuy es adquirido por la automotriz Toyota Tsusho, que luego exporta el producto al mercado asiático, principalmente a Japón, donde se encuentra la planta para producir hidróxido de litio, China y Corea del Sur. También al mercado europeo. A su vez, Toyota autoconsume una parte del recurso para fabricar su propia cadena de vehículos.

¿Por qué Argentina?

La visita  contó con la presencia de José Ignacio Alioto, gerente corporativo de Asuntos Públicos de Allkem; y con Inés Casañas, gerente de Comunicaciones de la compañía. Tras ser consultados sobre cuáles son los motivos que llevan a la compañía a realizar una inversión de US$ 1.500 millones en Argentina y no en los otros países que conforman el triángulo del litio -Bolivia y Chile- ambos argumentaron que existe una ventana de oportunidad respecto al litio que debe ser aprovechada lo antes posible.

Sobre esto, Alioto explicó que “el litio es clave para el desarrollo de la electromovilidad y para llevar adelante el proceso de descarbonización y reducir las emisiones”. En este sentido, advirtió que “la oportunidad para llevar a cabo los proyectos es ahora. Si uno no comienza con el desarrollo, van a llegar nuevos productores para satisfacer la demanda y luego va a ser más difícil, sobre todo teniendo en cuenta que hay países desarrollados que otorgan subsidios a la oferta y la demanda”.

A su vez, el gerente corporativo de Asuntos Públicos de Allkem sumó que “la empresa es la última que entró en actividad en el mundo del litio. Los proyectos demoran en ser puestos en marcha, por eso es importante aprovechar la oportunidad”.

Respecto a los incentivos que existen actualmente, Alioto explicó que está la Ley de  inversión minera que nos respalda, que nos da estabilidad fiscal por varios años. Además, creemos que tenemos un régimen de regalías accesibles. También el federalismo es la clave porque los recursos son de las provincias”.

En esa línea, sumó que “una de las razones principales que llevan a la inversión es que hay recursos de buena calidad. También las condiciones climáticas de la región con el sol y el viento. Los gobiernos provinciales siempre han apostado al desarrollo de estos proyectos. Otra cuestión es que los plazos de inversión son largos, lo cual hace que la coyuntura no impacte porque cuando se invierte a varios años, se piensa que la coyuntura va a cambiar. Además, la tecnología tradicional que utilizamos nos hace competitivos”.

Generación de divisas y empleo

En cuanto a los precios actuales, Allkem está generando exportaciones por más de US$ 600 millones anuales. Además, Olaroz II agregará otros US$ 1.000 millones. La compañía emplea de manera directa a más de 850 personas entre Olaroz y Sal de Vida e indirectamente a 1.300 más, que están contratadas por empresas de servicios y proveedores locales involucrados en el proyecto.

Casañas indicó que “el 34% de las personas que trabajan en el proyecto proviene de comunidades locales, el 77% vive dentro de la provincia de cada proyecto y el 21% son mujeres».

¿En qué consiste el proceso para obtener carbonato de litio?

El litio es un químico de especialidad. Existen distintos tipos de carbonato para las diversas tecnologías y para lo que cada cliente requiere, razón por cual existe un proceso de calificación en donde se evalúa el grado de pureza que los productores certifican.

En la visita a Olaroz, se dio cuenta de las fases que posee el proceso para la obtención del carbonato . En primera se realiza la extracción de salmuera del salar, a través de pozos en el terreno y la utilización de bombas. Luego la salmuera llega a enormes piletones de varias hectáreas en donde se le agrega cal. Lo más complejo, sin embargo, viene después del proceso de extracción. En esos piletones empieza la etapa de evaporación gracias a la acción del viento y del sol. Este proceso puede llegar a durar entre 9 y 12 meses hasta obtener una salmuera de 6000 ppm -parte por millón de litio- cuando inicialmente ingresa con 600 ppm.

La salmuera es sometida a un proceso continuo en donde es trasladada mediante cañerías a los distintos piletones que poseen tamaños diversos. En ese recorrido va logrando la concentración de litio necesaria para poder ingresar a la planta industrial de carbonatación.

Una vez que ingresa, pasa por un reactor de polish -para remover el calcio- etapa que se alimenta con una corriente misma del proceso, recuperando la corriente. Se utiliza soda ash -la cual se importa de Estados Unidos-para que reaccione con la salmuera y de allí ya se obtiene carbonato de litio grado industrial que se utiliza para vidrios o cerámicas.

Para lograr un grado mayor de pureza y así lograr el carbonato de litio grado batería, luego del proceso de reacción con la soda ash se utiliza un filtro para remover la humedad mientras el producto es transportado por una cinta. Luego pasa por la etapa de secado. En el proceso hay muchos imanes, puesto que las partículas magnéticas significan un problema para las baterías de litio y hay que atraparlas. Después de esto, finaliza el proceso y se embolsa el producto.

Para el carbonato grado batería micronizado, se necesita purificar más el producto. Para esto se utiliza un tanque de repulpeo que lo que hace es tener la solución de carbonato de litio en movimiento, después se envía a los absorbedores y allí se utiliza dióxido de carbono para transformar el carbonato en bicarbonato, para que pase al estado líquido, donde ingresa a unas columnas que poseen resina, lo que favorece el atrapamiento de impurezas. Luego se le quita el dióxido de carbono para volver al carbonato y formar los cristales. Estos ingresan en un espesador -para separar fases-,  van a los micronizadores en donde se obtienen partículas más chicas y luego se sigue el mismo proceso de secado y embolsado. Como se ve, la obtención de carbonato de litio está asociada y depende mucho más de la tecnología que se le aplica al mineral en la planta industrial que al proceso de extracción en sí mismo.

Alioto precisó que “el precio de venta puede variar de acuerdo a lo que necesite el cliente. Hay fórmulas de ajuste de precios. Ellos buscan estabilidad en el tiempo, previsibilidad sobre el futuro para poder planificar”.

Olaroz chico

Olaroz chico, es el pueblo sobre el que el proyecto de carbonato de litio de Allkem tiene una influencia directa. Se trata de una pequeña localidad ubicada en el departamento de Susques, a 29 kilómetros de la planta. Allí dialogamos con Mario Gerónimo, coordinador titular de la Comunidad de Olaroz Chico e Isidro Vazquéz, subcoordinador.

Tras ser consultado sobre la influencia de la actividad sobre la comunidad, Gerónimo explicó que “fue un proceso largo hasta que se pudo efectuar el ‘sí’ a la minería. Pasamos por varias reuniones hasta que nos pusimos de acuerdo entre la comunidad, la compañía y el gobierno”.

Asimismo sumó que “la actividad tuvo un impacto positivo en la comunidad ya que generó la toma de mano de obra local, el desarrollo de proveedores y el apoyo económico para el crecimiento del pueblo”.

Por su parte, Casañas informó que desde la compañía han impulsado diversas obras de infraestructura y de formación para las personas que conforman Olaroz chico. “Se han dictado capacitaciones, se ha formado a la comunidad para que desarrollé actividades vinculadas a la agricultura y la ganadería con la construcción de invernaderos. También, formación académica”.

Sobre este punto, el Vázquez indicó que “se han impulsado bastantes obras: la plaza, la escuela técnica, un albergue para niños, un polideportivo, siempre llegando a consensos con la minera”. Además, explicó que “representantes de todas las comunidades de influencia cada tres meses participan de los monitoreos trimestrales que hace la compañía”. En cuanto a este punto, Gerónimo aseveró: “Hemos participado y no notamos ningún cambio en el ambiente, ni en el agua, ni en la fauna”.

 

Fuente: https://econojournal.com.ar (Loana Tejero)

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