Se viven momentos de tensión y ataques entre comunidades aborígenes de la puna jujeña.
En tierras litíferas se expande la controversia entre las comunidades aborígenes que están a favor y las que están en contra del litio. Pese a apelar a su derecho de autodeterminación, las que abren las puertas al recurso, reciben ataques de aquellas que no desean apoyar el desarrollo de la industria.
A través de las redes sociales, ataques verbales a niños por cómo votaron sus padres y diversas amenazas; comunidades como la de Rinconadillas, en la Laguna de Guayatayoc o Lipán en Salinas Grandes, viven en tensión incluso cuando cumplieron con los pasos legales de obtención de permisos.
AUTODETERMINACIÓN VS KACHI YUPI
Recientemente, en la puna jujeña, la comunidad aborigen de Rinconadillas decidió apoyar el proyecto de exploración de litio de la empresa Tecpetrol en la Laguna de Guayatayoc. Esta elección se suma a una tendencia creciente en la región, donde varias comunidades aborígenes están optando por respaldar proyectos de litio como una forma de impulsar el desarrollo económico local. El apoyo de Rinconadillas a Tecpetrol es visto como un ejercicio de su derecho a la autodeterminación, a través del cual puede elegir sobre su tierra.
Este respaldo se refleja también en el caso de la comunidad de Lipán, que ha apoyado a Lition Energy en la exploración de litio en Salinas Grandes. Lipán ha llevado a cabo asambleas para evaluar los impactos ambientales y ha decidido de manera informada y autónoma apoyarla actividad minera, destacando la importancia de la consulta previa, libre e informada.
De esta manera, el reclamo de las comunidades opositoras y el documento “Kachi Yupi”, promovido por organizaciones como la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) que tiene sede en la Ciudad de Buenos Aires, ha perdido fuerza entre las comunidades, ya que muchas de ellas prefieren ejercer su derecho de autodeterminación sin interferencias externas.
Sumado a esto, el Kachi Yupi no cuenta con validez legal al momento de iniciar los procesos de exploración de litio. En una entrevista con Litio Argentina, el Gonzalo Castañeda Nordmann, abogado especialista en Derecho Minero, que afirmó que el documento no está contemplado en la ley y no tiene validez alguna al momento de iniciar un proyecto minero. “El Kachi Yupi es un documento creado por comunidades, para comunidades. No es ni debe ser entendido como ley para el gobierno, ni frente a terceros. Caso contrario nos encontraríamos con una nación dentro de una nación; nadie más que el Estado tiene la facultad de dictar las leyes y normas”, compartió.
Asimismo, la Constitución Nacional y el Convenio 169 de la OIT respaldan el derecho de autodeterminación, enfatizando que cada comunidad debe tomar la decisión sobre el uso de sus tierras. Este principio es fundamental para garantizar que las decisiones sobre proyectos de desarrollo respeten la voluntad y los intereses de las comunidades locales.
Además, se debe considerar el decreto 7751 de la provincia de Jujuy, que establece el marco legal obligatorio para las empresas que buscan iniciar proyectos de litio. Este decreto exige la presentación del proyecto a las comunidades de influencia directa, designadas por el Juzgado de Minas de Jujuy.
La consulta debe ser previa, libre e informada -conforme al Convenio 169 de la OIT- aunque no es vinculante, es decir, no es necesaria la autorización de la comunidad para avanzar. Más allá de esto, las empresas suelen buscar su apoyo para obtener la licencia social indispensable para desarrollar sus operaciones.
MÁS COMUNIDADES ABORÍGENES JUJEÑAS DE SALINAS GRANDES SE SUMAN AL LITIO
En los últimos meses, se ha observado un cambio notable en la postura de varias comunidades aborígenes respecto a los proyectos de litio en sus territorios. Estas están cada vez más interesadas en participar activamente en las decisiones que alcanzan sus tierras y en asegurarse de que sus derechos y su entorno sean respetados.
Tecpetrol ha mantenido asambleas con las comunidades de Quebraleña y Rinconadillas, presentando sus Informes de Impacto Ambiental (IIAs) para la exploración de litio. Estas asambleas permitirán futuras reuniones de la Unidad de Gestión Ambiental Minera Provincial (UGAMP), donde la empresa expondrá los detalles de los IIAs a las comunidades y a los miembros de UGAMP.
La comunidad de Abralaite, por su parte, también ha decidido informarse más sobre el litio y abrirse a la presentación de empresas, mientras que Quera y Agua Caliente han ratificado su apoyo a los proyectos de litio.
Pluspetrol, otra empresa destacada en el sector, ha logrado avances importantes en la región. Las comunidades de Sauzalito y Quera y Aguas Calientes han otorgado su respaldo a la empresa para operar en sus territorios. Este acuerdo refleja un reconocimiento creciente de las oportunidades que la explotación del litio puede ofrecer a estas regiones.
Así es como estas comunidades están ejerciendo su derecho a la autodeterminación, un derecho que no se ve reflejado en el Kachi Yupi. Este cambio de paradigma en la relación entre las comunidades aborígenes y la industria del litio destaca la importancia de la autodeterminación y la búsqueda del desarrollo para la región.
La tendencia muestra cómo las comunidades están tomando decisiones autónomas (y respaldadas por la ley) para aprovechar las oportunidades que ofrece la industria del litio, marcando una nueva etapa en el desarrollo, el trabajo, la infraestructura y el futuro de la puna jujeña.
Este gran movimiento de las comunidades a favor del litio sigue siendo foco de ataque de aquellas que no desean ser parte del crecimiento del recurso. Estos se traducen en comentarios y publicaciones agresivas en redes sociales, prejuicios y ataques verbales a los hijos de los votantes y diferentes maneras de amedrentamiento.
Fuente: Somos Jujuy