La promoción de la minería debe proyectarse a largo plazo

No se puede estar repensando la actividad minera cada cuatro años sin darle la continuidad que los proyectos requieren para alcanzar el desarrollo pleno.

Para hacer que los proyectos mineros a gran escala alcancen un desarrollo acorde a su potencialidad es necesario que el país deje de lado las controversias que genera el clima político y financiero, enfocándose en crear condiciones necesarias y apropiadas para que cada emprendimiento tenga el despegue y el aprovechamiento en beneficio propio y del país. Dentro de este objetivo es de gran importancia el apoyo que se pueda ofrecer desde cada una de las actividades vinculadas a la minería, tal el caso de los prestadores de servicios mineros, y de algunas entidades vinculadas con la actividad como la Cámara Argentina de Empresarios Mineros, que este año ha estado trabajando en establecer metas que contribuyan a promover el despegue de la actividad.

En este contexto se ha establecido la necesidad de seguir reforzando el trabajo bajo una agenda federal y con una visión amplia de la industria. Esto significa que es necesario que todos los sectores vinculados a la minería trabajen en conjunto sin desconocer las particularidades de cada uno de ellos, así como también de cada región y de cada provincia.

Otra tarea es la de generar una voz para la industria, acordando mensajes consensuados sobre los grandes temas de la minería, tales como las necesidades de condiciones para las inversiones, el acompañamiento a la producción, cuestiones productivas y sociales.

Dentro de la minería hay aspectos que son prioritarios no sólo para las empresas sino también para el país, como por ejemplo la puesta en marcha de los proyectos de cobre, la continuidad de la producción de oro y plata, la consolidación del litio y el acompañamiento a las necesidades de la minería no metalífera. Se trata de líneas de acción que deben ser promovidas en todo el país, pero particularmente en las provincias con mayores posibilidades como la de San Juan donde es factible encontrar todos esos rubros.

Los proyectos de cobre como el de Los Azules y el de Pachón, en etapa de exploración y con pronto inicio; el de oro que se explota desde hace 18 años en Veladero, en plena cordillera, mina que acaba de cumplir un nuevo aniversario; el de litio en el yacimiento Los Sapitos, en el límite de La Rioja con San Juan y los numerosos proyectos de minería no metalífera en pleno desarrollo son los objetivos locales que precisan de todo el apoyo, con medidas concretas de promoción y de política fiscal, para su consolidación y desarrollo.

La situación macroeconómica que soporta el país impacta decisivamente en la industria minera, tal como sucede en la mayoría de los sectores productivos. Hay un problema real vinculado al acceso a los bienes e insumos necesarios para producir. Esto afecta al sector golpeando muy fuerte tanto a la minería metalífera como a la no metalífera. También la incertidumbre en cuestiones cambiarias y la imposibilidad de disponer de divisas son otros de los temas que afectan. Todo esto demora las ampliaciones de los yacimientos y la construcción de nuevos emprendimientos mientras que frena la llegada de divisas.

La situación es particularmente grave si vemos la actualidad de los proyectos de oro y plata, dado que en los yacimientos maduros baja la rentabilidad e impactan más fuertemente los incrementos en los costos.

La minería es un sector de la economía que exporta por 100 e importa por menos de 7, por lo que hay que cuidar que pueda seguir produciendo y generando las divisas que el país necesita.

 

Fuente: Diario Cuyo

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