Este año de 2021 se cumple el 75 aniversario de la creación del Instituto de Geología y Minería de Jujuy (IdGyM), una institución señera en el noroeste argentino. La minería en Jujuy venía precedida por la notoriedad que le daban sus yacimientos minerales que fueron explotados desde tiempos preincaicos y más tarde por los incas, españoles, jesuitas y así hasta nuestros días.
Solo a título ilustrativo el oro de Rinconada y las demás vetas auríferas del occidente de la Puna jujeña; la mina de cobre y oro Eureka; la mina Aguilar que se convirtió en uno de los yacimientos más longevos del país y que comenzó su explotación en 1928; los aluviones del río Pircas de oro y estaño; la mina Pirquitas que también se remonta a la década de 1920; el importante distrito de zinc y plomo de Pumahuasi, que tuvo su esplendor en los períodos bélicos del siglo XX; la mina de plomo y plata Pan de Azúcar; los aluviones auríferos de Coyahuaima y Olaroz; los depósitos de hierro de Zapla y Puesto Viejo; los boratos y la sal gema de Salinas Grandes, y un largo etcétera. Ello llevó a que se designara a Jujuy como la “Capital Nacional de la Minería”. Sin embargo queremos rescatar aquí una rica historia académica poco conocida.
El reconocido potencial geológico minero de Jujuy requería la creación de instituciones adecuadas para la enseñanza, la investigación, la formación profesional y la exhibición pública de los objetos que coleccionaban sus investigadores y consistían en rocas, fósiles y minerales. Con gran visión de estadistas, Horacio Descole y Abel Peirano, autoridades de la U. N. de Tucumán, deciden crear en 1946 en Jujuy un Instituto de Geología y Minería, una Escuela de Minas, un Museo Mineralógico, Petrográfico y Paleontológico y una carrera de Ingeniero Geólogo. Cuatro instituciones interrelacionadas en orden a buscar el progreso científico y académico de Jujuy.
Abel Peirano, discípulo de Miguel Lillo, está considerado como uno de los padres fundadores de la geología tucumana. Fue él quien descubrió y cedió a la U. N. de Tucumán los yacimientos mineros de Agua de Dionisio entre los que estaban Farallón Negro y Bajo de la Alumbrera.
Peirano fue además el primer director de las mentadas instituciones jujeñas. Téngase presente el entorno histórico de esos tiempos fundacionales. La gran guerra había finalizado. Europa estaba sumida en la miseria. Muchos estudiosos no tenían horizonte para sus actividades. Es así que empiezan a llegar a Tucumán notables creadores, pensadores y científicos italianos, franceses, alemanes, españoles, entre otros. Valga citar a título de ejemplo al filósofo italiano Rodolfo Mondolfo.
En 1946 fallece el ingeniero de minas Carlos Federico Stubbe, excelso pintor (el cuadro de Miguel Lillo le pertenece), traductor del sueco, inglés y alemán (Eric von Rosen, Federico Schikendantz), autor de un valioso diccionario minero antiguo, cateador, descubridor de minas (Mina Dal de Fluorita en Catamarca), empresario, bibliófilo y dueño de una rica y exquisita biblioteca de minería, especialmente antigua. Peirano compró esa biblioteca y la donó al Instituto de Geología y Minería de Jujuy. Constituye hoy el núcleo fundacional y el tesoro de dicha institución que lleva además y con justicia el nombre de Stubbe.
Siguiendo la vieja tradición decimonónica de contratar científicos extranjeros como los franceses de Urquiza o los alemanes de Sarmiento, Descole y Peirano contrataron a decenas de científicos de la posguerra para que se radiquen en Jujuy, especialmente italianos y alemanes. Algunos de ellos van a tener una actividad académica descollante y hoy figuran entre las grandes figuras de las ciencias de la Tierra. Giovanni Cecioni, nacido en la Toscana, llegó con experiencia en la geología de África oriental y la península italiana. Realizó un trabajo excepcional sobre nautiloideos fósiles. Pasó a Chile donde enseñó en la universidad y se convirtió en una autoridad y respetada personalidad académica de ese su país adoptivo. Andrés Giordana, piamontés, llegó con dos títulos de doctorado y experiencia en la flotación de minerales. Ayudó a Peirano con la metalurgia de Farallón Negro. Renato Loss, piamontés, se especializó en paleontología e hizo grandes aportes en graptolitos, especialmente del cerro San Bernardo de Salta.
Junto a su colega y compatriota Giordana, estudiaron las calizas negras de Volcán que hoy se explotan en la entrada de la Quebrada de Humahuaca. Luciano Ricci, genovés, realizó estudios químicos de los minerales de Jujuy y Catamarca. Antonio Bonino, piamontés, ingeniero industrial minero, trabajó con Peirano en los yacimientos de Catamarca y luego tuvo un paso efímero por Jujuy. Jorge Melchiori, nació en Perugia, se doctoró en física y llegó para hacerse cargo de estudios geofísicos en yacimientos mineros de Catamarca y Jujuy. Martín Giachetto, piamontés, especialista en maquinarias mineras y perforaciones tuvo un paso efímero por Jujuy. Guido Donnini, piamontés, llegó a Jujuy como especialista en mecánica minera. Orlando Colafigli llegó como perito industrial minero.
Giorgio Ghigi, romano, llegó con dos doctorados, uno en química y otro en geología, para trabajar con Peirano en Catamarca y como profesor en Jujuy. Pero quien tuvo una actividad descollante fue el alemán Federico Ahlfeld. Ahlfeld es la gran figura de la geología, mineralogía y los yacimientos minerales de Bolivia y está considerado allí como uno de los padres de las ciencias geológicas y mineras.
Su paso por Jujuy quedó registrado en decenas de publicaciones realizadas en un corto lapso y donde abordó el estudio de los aluviones auríferos, los depósitos de antimonio, yacimientos de plata, plomo y zinc, estaño aluvional y en vetas, la geología de la serranía del Chañi, depósitos de ónix, boratos, sal, etcétera, además de un mapa minero de la provincia.
A los italianos y alemanes se sumaron jóvenes argentinos que enriquecieron aquellos años dorados de la investigación geológica minera de Jujuy. Uno de ellos fue Juan J. P. De Benedetti, santafesino, doctorado en geología en Stanford.
Él convocó a los geólogos Rogelio Bellman, entrerriano, que trabajó como ayudante de Cecioni en la geología de Jujuy; Carlos A. Córdoba, tucumano egresado de Córdoba; Gregorio Elías de la Puente, catamarqueño, que trabajó en prospección geofísica de minerales metalíferos; Wilfredo Alejandro Lyons, jujeño, egresado de La Plata, que trabajó junto a Ahlfeld en estudios mineros y donó su biblioteca al IdGyM; Raúl Chomnales, entrerriano de larga y destacada actuación en Jujuy, varias veces director del Instituto; Celestino Danieli, tucumano, dilecto colaborador de Peirano; Enrique Alabí, cordobés, que luego pasó al Banco de Crédito Industrial Argentino; Luis Raúl de la Fuente que enseñó también en Salta y pasó a la CNEA; José Saturnino Iglesias, santafesino, se dedicó a la paleontología y fue director del museo del IdGyM de Jujuy que hoy lleva su nombre; Juan Carlos Porto, Pílade Tosi, Alejandro de Nevestine, Jorge Maiwald, Alberto L. F. Breining, Rodolfo Forster, Raúl Berlingieri, Enrique César Rayces, Ítalo Palanca, entre muchos otros.
El Dr. Gilberto Aceñolaza, en un estudio sobre historia de la geología, hizo hincapié en las investigaciones de los científicos italianos y su corto paso por Jujuy, en base a los archivos inéditos que se conservan en la U. N. de Tucumán.
En las últimas cuatro décadas el IdGyM de Jujuy se benefició con la llegada de la Dra. Beatriz Coira, el Lic. José Alcalde, la Dra. María Camacho, el Lic. Waldo Chayle, muchos de los cuales dirigieron por varios años el instituto del cual hoy, la Geól. Natalia Solís, es su directora.
El instituto cuenta actualmente con un nutrido grupo de investigadores, becarios y técnicos que desarrollan investigaciones de excelencia en áreas como volcanismo, riesgos geológicos, glaciares, minería, paleontología, salares, salmueras de litio, estratigrafía, hidrología y yacimientos minerales, entre otras ramas del conocimiento geológico y minero.
Cabe destacar que desde 1975 el IdGyM edita una “Revista del Instituto de Ciencias Geológicas” donde salieron publicados decenas de trabajos de investigadores de las universidades del noroeste argentino, algunos de los cuales se han convertido en estudios clásicos de la región y son ampliamente citados en la bibliografía regional y nacional.
Dr. Ricardo Alonso
Fuente: http://miningpress.com/debate/342873/escribe-alonso-geologia-y-mineria-en-jujuy?fbclid=IwAR3SO2PW9uCtgesNdXr-ZfuSat4Y4Px4n_RcIL68_wE2MzGO0aG_9ad1FXg