Las historias de trabajadoras y profesionales en un ámbito que antes era vedado para ellas.
La minería es un sector que históricamente fue fundamentalmente masculino. Sin embargo en la última década el acceso a puestos laboral creció notablemente y es que la industria comenzó a captarlas para tares específicas y de gran responsabilidad. Aunque siguen siendo minoría, suponen un cambio decisivo para el género, contemplando que hace pocas décadas culturalmente estaba restringido su ingreso e incluso se lo prohibía.
El tema sigue siendo objeto de estudio, debate e intercambio de experiencias, sobre todo en el sur donde abundan más proyectos mineros, y las experiencias de las mujeres cobran eco.
En Jujuy, según el testimonio de algunas de ellas, la convivencia tanto laboral como social en los campamentos mineros es buena, y aseguran que los hombres antes alguna dificultad las ayudan, además de tener servicios sanitarios para ellas, por ejemplo, algo que en los primeros ingresos de otros proyectos sureños, solía existir ese obstáculo. Si bien no todo es «perfecto» porque la idiosincrasia masculina está más naturalizada desde la mirada femenina, las trabajadoras mineras llevan adelante su labor con soltura, e inclusive pueden llevar adelante la maternidad.
El Tribuno de Jujuy consultó a un par de ellas, Renata Vedia, joven madre y operadora en una minera de litio, y a Camila Tettamanti, geóloga, que tiene un cargo que hace una década muchas profesionales no hubieran creído poder ocupar.
Una de las experiencias es de Renata Vedia, de 19 años quien es operadora de piletas en Sales de Jujuy. Viene de una familia que ya estaba empapada en la actividad porque su padre ya trabajó en una mina metalífera. Es su primer trabajo en el rubro y fue elegida para trabajar allí en virtud de haber obtenido el mejor promedio en las capacitaciones de química que realizó la empresa.
Oriunda de Olaroz recibió la llamada y se presentó, y comenzó como operadora de planta de cal y actualmente opera piletas, y explicó que en el día a día no tiene dificultades porque si surge alguna sus compañeros la ayudan. «Somos muy pocas mujeres. y más compartía con mis compañeros de trabajo. No fue tan difícil adaptarse pero es como todo comienzo, porque es mi primera experiencia de trabajo en la minería», explicó Vedia.
Comenzó a trabajar y poco después quedó embarazada y en abril de este año tuvo su bebé, y actualmente tiene un régimen laboral de siete días de trabajo por otros siete de descanso. Esto le permite estar con su hijo Edwin. Sin embargo todas las tardes se va para Susques a donde se mudó para estar con su pequeño, y se turnan con su pareja para cuidarlo. De esta forma cuando el papá de su niño va a trabajar a la misma empresa y si coinciden con el de ella, recién se queda con una niñera.
«Para mí es muy importante trabajar. Mi papá decía que antes las mujeres se quedaban en casa, estaban con los chicos, y ellos nomás salían a trabajar. Ahora hay una posibilidad y es bueno», explicó Vedia. Es que su padre trabajó en Mina Providencia, y sus tres hermanos también trabajan en la misma empresa desde hace varios años.
Distinto es el caso de Camilia Tettamanti, geóloga de exploración, quien trabaja en Sales de Jujuy desde hace dos años. «Este tipo de puestos que tenemos que trabajar con contratistas de perforación siempre fue ocupado por hombres. Recién ahora estamos intentando hacer que la gente se adapte a que seamos mujeres, y que tenemos las mismas capacidades». Sucede que la geóloga está en el equipo de trabajo a cargo de perforación de pozos integrado por 6 profesionales y 4 son mujeres.
Sin embargo, los sesgos de discriminación seguramente no se acabaron, ni los chistes o modos de exteriorizar la resistencia a presencia. Lo importante es la incorporación en distintos ámbitos laborales.
Fuente: https://www.eltribuno.com/jujuy/nota/2019-12-20-1-0-0-avanza-la-presencia-de-la-mujer-en-la-mineria